Un modelo sueco de 30 años se embarcó en un viaje extraordinario en Tokio cuando se propuso revivir casas abandonadas en alquileres de Airbnb de lujo. Su historia comenzó con una fascinación por la cultura japonesa durante una asignación de modelaje en 2015, que culminó con una mudanza permanente a Tokio en 2019. Armado con las habilidades de bricolaje adquiridas de su padre, Wormann se aventuró en la renovación de propiedades en desuso en los distritos de moda de Tokio. Su proyecto más audaz fue la Casa Sangenjaya, una “akiya” centenaria que estuvo vacía durante más de una década. Este artículo narra la notable transformación de Wormann, la navegación por los desafíos y su visión para revitalizar el excedente de casas vacías en Japón. Julian Ryall escribe esta historia para Business Insider.
Anton Wormann, un modelo sueco de 30 años, ha destacado con su sorprendente emprendimiento en Tokio, Japón, donde transformó casas abandonadas en lujosas propiedades para Airbnb. La fascinación de Wormann por la cultura japonesa comenzó durante una misión de modelaje en 2015, lo que lo llevó a mudarse definitivamente a Tokio en 2019. Aplicando habilidades de bricolaje que aprendió de su padre, quien se especializaba en remodelar propiedades en Suecia, Wormann se aventuró en el mundo de las casas japonesas abandonadas.
Su proyecto más ambicioso fue la Casa de Sangenjaya, una “akiya” centenaria que había estado desocupada durante más de una década. A pesar de los desafíos abrumadores, como infestaciones de termitas, montones de basura y contratistas poco confiables, Wormann emprendió una renovación masiva. El resultado fue una impresionante fusión de elementos de diseño escandinavo y japonés, con tradicionales tatamis, paneles correderos fusuma y una cocina moderna equipada con electrodomésticos de última generación. Un baño al aire libre, o rotenburo, embellecía el jardín.
Documentando su viaje de renovación en su canal de YouTube, “Anton en Japón”, Wormann perseveró a pesar de innumerables obstáculos, despidiendo y recontratando trabajadores para mantenerse dentro del presupuesto y el plazo. Con contactos personales en la industria inmobiliaria y relaciones con artesanos locales, logró completar con éxito la Casa de Sangenjaya en un año, invirtiendo aproximadamente 50,000 dólares en materiales y trabajadores y dedicando unas 1,500 horas de trabajo personal.
En marzo, la Casa de Sangenjaya estaba lista para recibir a sus primeros huéspedes de Airbnb, un sueño hecho realidad para Wormann. Continúa valorando la propiedad, hospedando a amigos y esperando con ansias la visita de su madre durante la temporada de floración de los cerezos.
La inspiradora historia de Wormann no termina aquí; ya está planeando su próxima renovación de una “akiya” y ha escrito un libro lleno de consejos valiosos para aquellos que consideran un proyecto similar. Su mensaje para futuros propietarios en Japón es claro: no apresurarse, mantener el enfoque, elegir cuidadosamente la región deseada y, sobre todo, contribuir a la comunidad local. En una nación con un excedente de casas vacantes, la historia de Wormann destaca el potencial de revitalización y oportunidad que reside en estas estructuras abandonadas.
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